Día 6: La Valeta, Vittoriosa y Sliema

Hoy también comenzábamos el día en La Valeta, tras el desayuno fuimos directos a la Catedral que la teníamos muy cerca de casa, llegamos unos minutos antes de que abrieran, y delante de nosotros había un grupo de japoneses, como no. La ST. JOHNS CO-CATHEDRAL (Kon-Katidral ta’ San Ġwann), está dedicada a San Juan Bautista y fue construida por los Caballeros de la Orden de Malta, en el siglo XVI; su interior contrasta con el frío exterior, ya que está enormemente ornamentada y decorada. En 1816 el Papa Pio VII la convirtió en Catedral, compartiendo el titulo con la que ya existía en Mdina, por eso es Co-Catedral. Horario lunes a viernes: 9’30 a 16’30. Horario sábados: 9’30 a 12’30. Domingos cerrado. Precio: 10 €, incluye audio guía, que está muy bien.

A pesar de la gran cantidad de iglesias, está es probablemente la más llamativa, con un interior que no defrauda. Las capillas laterales están dedicadas a cada una de las lenguas de la Orden, y en ellas están los monumentos funerarios de los Grandes Maestres más importantes de cada una. El suelo está todo lleno de lapidas de coloridos mármoles. Una visita que no te puedes perder.








Al salir fuimos a por los regalitos que no pudimos comprar ayer por la tarde, pasamos por casa de dejarlos y bajamos al ferry, para poner rumbo a Vittoriosa.

Pero esta vez, decidimos probar con las barquitas que cruzan de una parte a otra, estas no tienen horario y su precio es de 2 € por trayecto, así no esperas, se mueven un poco, pero nada preocupante, nosotros coincidimos con otra pareja; nos gustó cruzar así, tienes otro punto de vista, y es mucho más relajado.



El  cañonazo de las 12 de Saluting Battery, visto desde Vittoriosa

Visitamos el MALTA MARITIME MUSEUM (Mużew Marittimu ta' Malta) este museo nos ilustra la historia marítima de Malta desde la prehistoria hasta nuestros días; esperábamos algo más en un museo marítimo de una isla que vive tan vinculada al mar. Horario: 9 a 17. Precio 5 €.





Luego ya era hora de comer y muy cerca del museo, en la placita que hay detrás, elegimos uno de los que hay, D Centre, nos apetecía comer algo ligero, así que pedimos pan de ajo como entrante para compartir, y una ensalada cada uno, junto con las bebidas costó 24 €; las ensaladas eran enormes, yo no pude acabármela, estaban muy buenas.
  

Ensalada de pollo

Ensalada maltesa

Después dimos una vuelta por las tranquilas calles de VITTORIOSA, su nombre en maltés es Birgu, pero tras el asedio sufrido en 1565 por los otomanos, los Caballeros la llamaron también Città Vittoriosa. A pesar de no ser tan espectacular como La Valeta, sigue teniendo muchos lugares históricos; y además, con la tranquilidad que hay en sus calles merece mucho la pena, apenas vimos gente.







Después en la pequeña placita de Vittoriosa, cogimos el bus 2 que nos llevó hasta La Valeta y allí cogimos otro para llegar a SLIEMA (aquí no hay problema porque van muchos buses). Queríamos ver la otra cara de La Valeta, que no está mal, pero ni mucho menos tiene la espectacularidad de las vistas desde Vittoriosa; aquí hacia más calor, pues esta zona está muy refugiada del viento, y además es una zona muy turística y con mucho menos encanto que  la zona de donde veníamos, más bien ninguno.





Llegamos hasta el final, Tigne Point, allí se notaba más el viento y por consiguiente la sensación térmica, también cambiaba bastante.




Luego hicimos parada en el Centro Comercial y nos tomamos unos smoothie, lo que es un batido de toda la vida, muy ricos, uno tropical y otro de frutos rojos 8’20 €.


Antes de irnos de esta zona, entramos al Centro Comercial a buscar un supermercado para comprar fiambre, pan, y algunas bebidas; con la idea de preparar unos bocatas para cenar.

Aunque la idea inicial era volver en ferry a La Valeta, no funcionaba debido al viento; esto ya nos lo dijo el señor de ayer en el bar, que este ferry muchos días no funciona, y eso que parecía que no hacía mucho viento. Así que volvimos en bus a La Valeta, el trayecto son unos 20 minutos.

Dejamos la compra y nos fuimos a tomar una cerveza, todavía continuaba Carnaval y aunque había mucha gente, sí que encontramos un sitio para tomar algo, The Cage, nos pusimos en una ventana que daba a la calle para ver el ambientecillo, dos cervezas 6’30 €.

Luego volvimos a casa, revisamos horarios de la ruta de mañana, cenamos los bocatas, un poco de internet y pronto a dormir, que mañana había que madrugar bastante.

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