El despertador sonó alrededor de las
8, desayunamos en el salón y sobre las 9’30 salimos hacia la Oficina de Turismo
a por algún plano y algo de información que nos pudiera faltar, pero salimos
con el plano y gracias, porque nos atendieron bastante mal, al preguntarle si
hablaba español, dijo que no, que bueno puede ser; pero es que cuando le
preguntábamos algo, solo contestaba sí o no, no sé cómo pueden tener a alguien
así tan pasota en una Oficina de Turismo.
Comenzamos el día en otra de las vías
principales, Merchant Street (en maltés, Triq Il-Mercanti).
Iniciamos nuestra ruta, y pensamos que
la mejor forma de comenzar, era conocer la historia de Malta. En La Valeta hay
dos películas que cuentan la historia de la isla, está Malta Experience y
también Malta 5D con efectos especiales.
Nos decidimos por MALTA EXPERIENCE, que es un cine que muestra la historia de la isla
en una película de 45 minutos, en varios idiomas, nos inclinamos por esta
porque se explaya más en la historia y no se centra en los efectos especiales
como la otra. Pero la verdad es que aunque la película estuvo bien, esperábamos
algo más, porque con lo que vale, ya podían reformar el cine, y tiene unos
auriculares muy antiguos; también tiene la pega de que la primera película
empieza muy tarde. Pero si uno decide ir, es lo primero que hay que hacer para
situarse históricamente. Horario lunes a viernes: cada hora de 11 a 16. Horario
sábados y domingos: cada hora de 11 a 14. Precio 15 €.
Malta Experience incluye “SACRE
INFERMERIA TOUR”, aquí un guía te explica que en su época fue uno de los
hospitales más avanzados del momento (finales del siglo XVI), que sus
habilidades en el campo de la medicina estaban muy avanzadas, utilizando
incluso complejas técnicas quirúrgicas, y que además tenían unos criterios no
discriminatorios muy raros para la época, porque admitían mujeres, esclavos y
no católicos. Está localizado justo enfrente de la taquilla e Malta Experience,
en The Knigh Hospitallers. La visita en verdad no muestra mucho, además hoy en
día es un centro de conferencias, y allí estaban montando mesas y catering; con
lo cual cuesta bastante imaginarse las cosas.
Yendo hacia la siguiente visita, ya
nos íbamos haciendo una idea de las bonitas vistas.
La primera parada fue SIEGE BELL WAR MEMORIAL, dedicado a las
víctimas de la Segunda Guerra Mundial, está presidido por una gran campana y la
gigantesca estatua de un militar fallecido.
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Visto desde Lower Barrakka Garden |
Justo al lado está LOWER BARRAKKA GARDENS (Il-Barrakka
t'Isfel), desde donde comenzamos a ver las grandes vistas que se tienen
desde la ciudad.
Luego decidimos callejear un poco por
las pintorescas calles de La Valeta, siempre subiendo, bajando o escaleras; junto las vistas, una de sus mejores
cosas. Sus puertas y ventanas de fuertes y variados colores, llaman bastante la atención.
Para comer, ni había mucha hambre, ni
queríamos perder tiempo, así que en uno de los primeros que vimos en Merchant Street nos quedamos,
Café Cadena, un par de sándwichs y
un par de refrescos 14 €; normalito pero acorde con el precio.
Nuevamente en Merchant Street, las
típicas fotos, de las cabinas de teléfono y buzones estilo británico.
Los Caballeros de San Juan dividieron
la Orden por lenguas, y cada una tenía su palacio, el ALBERGUE DE CASTILLA (Il-Berġa
ta' Kastilja), que acogía a los caballeros de Castilla, León y Portugal.
Actualmente es la Oficina del Primer Ministro.
Continuamos un poco más adelante hasta
UPPER BARRAKKA GARDENS (Il-Barrakka ta'
Fuq), que todavía tiene mejores vistas que el anterior, está situado justo
encima de Saluting Battery, donde cada día a las 12 y a las 16 se dispara una
salva de cañón, una ceremonia que se remonta a 1820 y servía para que los
capitanes de barco pudieran saber la hora.
Luego visitamos LASCARIS WAR ROOMS, pequeño museo que consiste en una red de
túneles y habitaciones subterráneos, que se crearon bajo la ciudad para
coordinar y dirigir las operaciones militares durante la guerra. Fue cuartel
general británico, en 1943 llegó a utilizarlo el General Eisenhower
durante la Operación Husky (la invasión de Sicilia), y en 1967 la OTAN como
centro de comunicación estratégico para la interceptación de submarinos
soviéticos en el Mediterráneo. Tiene un audio guía que está muy bien, lo va
explicando todo bastante resumido; también hay una película. Horario: 10 a 17.
Precio: 12 €.
La entrada a Lascaris War Rooms está
abajo, a nivel del mar por decirlo de alguna forma, nosotros llegamos desde
Upper Barrakka Gardens, a la puerta de Saluting Battery, allí mismo compramos
el ticket y nos indicaron por donde se bajaba. Así que luego hubo que subir
para continuar las visitas.
Pasamos por la IGLESIA LADY OF
VITORIES, que está muy cerquita del Albergue de Castilla, y como estaba abierta
entramos; pequeña pero muy bonita.
Como todavía nos daba tiempo
visitamos, PALACE ARMOURY (L-Armerija
tal-Palazz), que es una de las mayores colecciones de armas y armaduras del
mundo, las salas del museo eran originalmente los establos del Palacio; se
puede ver abundante material de origen italiano, alemán, francés y español,
incluso islámico y otomano. Horario: 9 a 17. Precio: 6 €.
No pudimos visitar PALACE STATE ROOMS,
que es la sede de la Oficina del Presidente de Malta, porque en esos momentos
estaba cerrada, debido a que durante el primer semestre de 2017, Malta tiene la
Presidencia del Consejo de la Unión Europea.
Como ya eran las 5 y habían cerrado
todos los museos, nos dirigimos hacia la otra aparte de La Valeta, HASTINGS GARDENS (Ġnien Hastings),
desde donde se divisa Sliema y el Fuerte Manoel, el jardín está bien y es muy
tranquilo, pero las vistas no son tan bonitas como las que habíamos visto
durante la mañana; y además no daba el sol de cara. Eso sí, las casas de
alrededor son bonitas.
Y luego con los últimos rayos de sol,
nos dirigimos de nuevo a UPPER BARRACA
GARDENS, para verlo con otra luz, y también más tranquilo a esas horas.
Tras esto a nuestra casita, un rato a
descansar, mi resfriado había llegado, pero por lo menos no muy fuerte; aprovechamos para repasar la ruta de mañana, sobre todo los horarios de los
autobuses.
Sobre las 8 salimos a cenar, a otro
que nos pillaba también muy cerquita de la casa, Il Kapitali, tipo cafetería pero muy agradable, pedimos un par de platters, que
junto con las cervezas y refrescos, nos costó 34 €; muy buenos los platters, en
realidad lo que hizo subir la cuenta fueron las cervezas, que eran unas
artesanales y valían su precio en oro, 6’50 € cada una.
Sobre las 9’30 volvíamos hacía casa,
la noche estaba fresquita y no invitaba a dar un paseo. Un poco de internet,
una serie en la tablet, y a dormir.